miércoles, 28 de abril de 2010

Simbolismo Del Emblema Del Judo

Por Domingo Gutierrez - 2º Dan de Judo

Introducirnos dentro de las esencias y de los motivos por los que el ser humano utiliza símbolos, es siempre complejo y hasta a veces mal entendido. Por ello, el hombre, para expresar la naturaleza intima de todas las actividades que realiza, ha encontrado en el símbolo la forma más sencilla para expresar una idea, un pensamiento, incluso un concepto metafísico que con simples palabras sería incomprensible su entendimiento.

En este sentido, las Artes Marciales han sido siempre uno de los elementos donde más ha perdurado, desde tiempos inmemoriales, la idea del símbolo. Desde los guerreros jaguar aztecas, pasando por los legionarios del culto mitraico romanos, hasta los pueblos más primitivos, como los bosquimanos, etc., han expresado su particular forma simbólica a través de elementos tan diferentes como puedan ser una mano abierta, un tigre, un loto, un crisantemo, una mariposa, un lobo, el rayo, una espada; hasta llegar a figuras geométricas ya sean circulares o poliédricas. Como muchos de vosotros sabréis, no sólo se utilizan dibujos simbólicos, sino que estos van acompañados también de sonidos, así como de colores que aúnan la esencia de cualquier Arte Marcial.

El tiempo que vivimos no es precisamente un momento de introspección, ni de lucha interior, ni de formación del carácter, ni tan siquiera de la relación Maestro/Discípulo; pero en contraposición sí tenemos los símbolos y las tradiciones de cada Arte Marcial que como legados de los grandes maestros, nos inducen a indagar y buscar esa esencia que con sangre renovada aflora en el inconsciente de cada discípulo que de forma natural busca dentro de sí.

Sin más, el Judo mismo significa "El Camino de la Suavidad". ¿Qué tiene que ver esto con la violencia, la lucha competitiva, el odio, la sed de venganza, la discordia y la estupidez?. Seguramente nada. Pero inicialmente esta era, sin lugar a dudas, la idea o el Ideal que Jigoro Kano quiso transmitir a sus discípulos, más allá de que en la actualidad se haya desvirtuado esa esencia y se vea abocada a una continua competencia para lograr una medalla, una victoria sobre alguien que no es precisamente sobre nosotros mismos, dando prioridad al cuerpo físico perecedero y a toda la completura humana.

Esta breve introducción ha sido necesaria para comprender el verdadero lenguaje de los símbolos y concretamente el significado del emblema del Judo. Ya sabemos que para ir al conocimiento de las cosas, tenemos que acercarnos a las raíces, al significado mismo del símbolo y comprender su expresión, sus motivos y del porqué se hizo así y no de otra manera.

Comúnmente se tiene la idea de que el emblema del Judo representa la Flor del Cerezo, llamada "Sakura", muy estrechamente ligada al guerrero samurai, ya que era ésta precisamente la que representaba la vocación guerrera. Por una parte está la flor blanca, relacionada con la pureza, frágil y efímera que cuando es llevada por el viento se interpreta como una muerte ideal separada de los bienes del mundo y por otra parte está el fruto, la cereza, de pulpa roja, que representa la personalidad del guerrero que ha de romper con el trabajo continuo hasta llegar al hueso que simboliza su alma, lo que hay de luminoso dentro de cada uno.

La otra interpretación del emblema original viene expresada con la idea de "Kagami", que quiere decir espejo. Es de forma octogonal, blanco y con un círculo rojo en el centro. Este espejo o "Kagami" es el atributo o símbolo de la diosa del Sol en el panteón Shinto: Amaterasu. Cuentan las tradiciones que los dioses fabricaron este espejo para inducir a la diosa del Sol a salir de una gruta en la que se había escondido, y que por este hecho había sumido al universo en la completa oscuridad. Entonces, los dioses acercaron el espejo a la gruta y al verse la diosa reflejada en él, salió de la gruta e iluminó nuevamente el mundo.

La forma octogonal del espejo, es el símbolo de una "multitud de cosas", "hachi" es ocho, lo inmensurable, muy estrechamente relacionado con la denominación antigua del Japón: "Las Gran-Ocho-Islas". Es el número ocho símbolo del equilibrio cósmico que corresponde a los ocho guardianes del espacio. Como figura geométrica es la que media entre el círculo y el cuadrado, es decir, entre el cielo y la tierra.

Su color blanco procede de la luz diurna, solar y pura y en su centro se encuentra el disco rojo que representa al Sol. Al igual que la bandera japonesa representa al "Sol Naciente", el mismo nombre de Japón: "Nihon" quiere decir lo mismo. El Sol es símbolo de la vida, del calor, del día y de la luz, de todo lo que irradia y de lo masculino, si bien en el shintoísmo el Sol es femenino a razón de su condición activa, fecunda y dadora de vida.

Este espejo o atributo de la diosa Amaterasu, representa el objeto en el cual el espíritu de la divinidad se ve reflejado, manifestándose en actos ceremoniales. Tanto en el taoismo como en el shintoismo, estos espejos mágicos son utilizados para alejar las malas influencias, relacionándolo con la revelación de la verdad y de la pureza. Es símbolo también de la Sabiduría y del Conocimiento y cuando está cubierto de polvo es el espíritu oscurecido por la ignorancia.

Llevando este simbolismo a lo cotidiano podemos ver y comprender la necesidad de retomar las esencias de las cosas y hacerlas nuestras, entendiendo su significado y ponernos en esa actitud tan antigua y nueva a la vez de vernos discípulos, en un continuo aprendizaje y en un esforzado mejoramiento, en ese pulir el espejo que no es otro que nosotros mismos. Es el mismo espejo que se utiliza en el Kata "Kagami-no-kata" en el Judo, que se realiza sólo, consigo mismo, puliendo defectos, limpiando prejuicios, acercándose cada vez más a ese Camino "Do" en el que tanto insistía el Maestro Kano, que no es otro que "El Camino de la Suavidad".

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